“Infinitos”, un proyecto transmedia sobre la sensibilidad humana en pandemia
por RADIONICA
Creada por el colectivo la Quinta del Lobo en una residencia artística del Teatro Colón desde el 2020, esta obra viva pone el foco en las reflexiones personales que han surgido en la pandemia. Así nos lo contó su directora, Carmen Gil Vrolijk.
Lunes, 14 Marzo, 2022 – 10:11
Por: María Claudia Dávila
Partiendo de más de 500 escritos en español, inglés y portugués alrededor de todas las preguntas, reflexiones y sensibilidades que emergieron en pandemia, Infinitos, es un proyecto transmedia que ya se ha presentado en Colombia, Brasil y Dubai, poniendo como eje central las narraciones de las personas y permitiéndoles hacer parte de ese proceso creativo a veces tan cerrado para quienes están detrás del telón. Junto a Carmen Gil, como directora, estuvo el compositor y músico, Camilo Giraldo, el tenor y pianista, Juan Carlos Echeverry, la artista transdisciplinaria, Juanita Delgado y el coreógrafo y bailarín, Francisco Rincón. En el desarrollo de la obra también participaron el artista electrónico, Sebastián González Dixon y el director escénico, Pepe Salas Ripe.
Justo cuando empezó la emergencia sanitaria, cuenta Gil, maestra de artes plásticas y medios electrónicos de la Universidad de los Andes, profesora de la misma institución y quien fundó este colectivo artístico que busca darle un enfoque poético a la tecnología, la invitación del Colón fue a repensar esos espacios de transmisiones en línea, tan populares para el momento y crear otras experiencias. “Mi práctica artística, se complementa mucho de mi práctica académica, entonces, a mis estudiantes los invité a perderse en la ciudad y descubrir cosas nuevas y representarlas utilizando otros medios. De ahí empecé a pensar cómo trasladar eso a este proyecto. Me acordé del Aleph y de Borges, el infinito en la cáscara de nuez, y a partir de eso pensé cómo recopilar esas reflexiones, descubrimientos y preguntas”, explica.
Lo que se planteó entonces fueron cuatro ejes temáticos: revelaciones, nostalgias, desapegos y presagios y alrededor de estos, se abrió una página web en donde la gente podía —y aún puede— escribir sus propias reflexiones personales de forma anónima en torno a la pandemia. En el fondo, dice Gil, a lo que apuntaba el ejercicio era “invertir el teatro”. Es como si la figura de quien crea la materia prima que luego se ve en escena se desfigurara para pasar a ser de varias personas, de todos los que escribieron en la plataforma a la vez.
“De ahí hicimos un filme, un recorrido por el teatro vacío. Luego, cuatro filmes más para web, uno por categoría que involucran danza, performance, ópera y música. Los fuimos lanzando en la web y hace un año, lo presentamos en teatro. El proyecto era repensar el teatro y cómo volver al teatro. Fuimos de los primeros montajes en vivo en la ciudad y lo compartimos con gente de todas las edades”, cuenta la directora.
Y dice que este proyecto está lejos de ser estático, sino que va mutando según las historias que reciben y cómo las van representando en cada país. “En Brasil producimos Saudades, para Dubai hicimos dos piezas nuevas de nostalgia y revelaciones. El arte es algo vivo y nosotros no la representamos en objetos, sino experiencias con el uso de la tecnología”, dice.
Sin embargo, resalta que a pesar de que el proyecto va mutando, su esencia, esa cáscara de nuez, es la misma siempre. “En todos los países a los que hemos ido, sea la gente mayor o menor, todos han sentido cosas muy similares en la pandemia. Es muy interesante el ejercicio de leerlos. Había reflexiones muy poéticas que hablaban sobre que el mundo iba a cambiar o el descubrimiento, por ejemplo, de que la gente odiaba su trabajo. Cuando fuimos a Brasil a finales del año pasado, donde hicimos el primer espectáculo en vivo en Portoalegre, en octubre, la gente estaba muy pesimista en esa primera fase de la pandemia, diciendo que los demás eran muy egoístas, que no habíamos aprendimos nada, que les daba miedo salir a la calle. En esta última fase, en Dubai, hubo reflexiones más positivas, felices. Muchos decían ‘ya perdí a mis seres queridos, ya no le tengo miedo a nada’”.
Y justamente el hecho de que las palabras de la gente sean esos puntos de partida para crear, hace que este proyecto sea tan conmovedor. De acuerdo a Gil, muchos de los asistentes a las obras, que también escribieron antes en la web, decían ‘reconocí mis palabras en la canción, qué lindo darle forma a esos sentimientos’. Y afirma: “hubo un texto sobre los miedos que decía ‘te vi llorando en una sombra en un eclipse de marzo’, de ahí hicimos una canción: yo escribí la letra, Camilo hizo la música y los cantantes llevaron al vivo con la voz”.
Lo poderoso de esta apuesta, dice, es que coge esas dinámicas de la globalización, que muchas veces son tan cuestionables, pero toma lo bueno de ellas y las transforma para crear.
De aquí en adelante con Infinitos, el plan es seguir girando en otros países. En Colombia hay algunos planes de volver a presentarse, pero todavía siguen desarrollándose. Lo que sí pueden hacer, si les interesa, es nutrir las reflexiones de la obra en la página del proyecto, la cual, según Carmen, va a continuar abierta y seguirá siendo un repositorio que a la larga va a ser muy interesante para explorar como humanidad.
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